
Hoy ha fallecido una mujer que siempre luchó por mejorar la situación de las mujeres y por transformar el entorno en todos sus aspectos.
Desde FAMUCOL, le damos el pésame a su marido Juan, a su hijo y a todos sus familiares.
También queremos hacer llegar nuestro pésame a toda la familia socialista de Extremadura, a Puebla de la Calzada, que tanto la quiso y a todos y todas que de una manera u otra se identificaron con este buen hacer de ADELA. Socialista convencida, generosa, pacífica, y trabajadora.Una gran mujer, en definitiva, que se hizo así misma.
Adela, te vamos a echar de menos en FAMUCOL, tu sabías que, hasta hace poco, en nuestras conversaciones, siempre tenías algún consejo que otro que darnos.
Que esta elegía de nuestro poeta Miguel Hernández a Ramón Sijé, sea nuestra despedida porque igual nos sentimos con tu marcha.Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañera del alma, tan temprano.
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Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
.
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
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Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
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No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
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Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
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.Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta
.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.
.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera
.
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
.
A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañera del alma, compañera.
.
(1 0 de enero de 1936)